REFLEXIÓN SOBRE LA PUBLICIDAD
Publicidad. ¿Qué se esconde entre esos anuncios tan llamativos y esos eslóganes pegadizos?...¿Puede la publicidad ser, en cierto modo, perjudicial para nosotros? La respuesta no está del todo clara.
Para empezar, no creo que sea realmente ''perjudicial'' para nadie porque, al fin y al cabo, solamente es un anuncio.Pero sí puede llegar a ser (y es) engañosa.
Prácticamente casi todos los anuncios que vemos en la televisión (quitando los que nos hablan de nuevas series, programas o películas) son, en su mayoría, exageraciones de la realidad. ¿Quién no ha visto un anuncio donde aparece el típico desgraciado que, a los pocos segundos de haber conseguido el producto en cuestión, se convierte en la persona más “guay” del mundo? De eso se trata: de inducir a la gente a través de la imaginación, poniendo, o más bien, haciendo como que le ponen todo al alcance de su mano; todo ello para vender un champú, un reloj ,un refresco, una crema facial o una marca de ropa. Y, al final resulta que te lo compras, ya no sólo por la publicidad, sino porque el vecino del quinto también lo tiene. ¿Para qué? Para dejarlo a los dos días tirado en un rincón e ir por lo nuevo que anuncian en la tele...
Siempre caemos como moscas, y eso significa una cosa: señores publicistas, ¡han hecho muy bien su trabajo! Aunque pienso que la ''culpa'' no es sólo de un anuncio, sino más bien del consumismo. Habría menos anuncios si el consumo de masas disminuyera y la gente no se dejara guiar tan fácilmente por los ''disparates'' que salen en cada canal a la hora de los anuncios.
Es verdad que los anuncios engañan y todo lo que queramos...pero,¿no será que nosotros nos dejamos engañar? ¿No será que pretendemos encontrar la solución fácil a nuestros problemas escondida entre la música y los personajes de un anuncio?
María Taboada Taboada, 4ºB
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